Ser VEGANO



¿Por qué vegano?
Una vaca produce leche sólo tras haber parido a un ternero. Cada año le forzamos un embarazo y matamos a su ternero para poder quedarnos con su leche. Tras cuatro terneros matamos y nos comemos a la vaca cuando tiene unos siete años de edad, incluso aunque podría llegar a vivir unos veinte, porque ya es menos productiva. El 70% de la carne de vacuno procede de las vacas lecheras. El vacuno, la leche y la ternera son todas un mismo negocio, todas la misma sangrienta y esclavizante industria. Lo mismo sucede con los pollos y los huevos.

Alrededor del 50% de los varones que comen carne en América mueren de enfermedades cardíacas. Para los vegetarianos la cifra es del 25%. Para los veganos es tan sólo del 4%. La carne posee el 40% de calorías en forma de grasa, pero el queso hasta el 70%. Los huevos son la fuente más rica de colesterol. El queso y los huevos son igual de comida-basura que una hamburguesa. Los vegetales no contienen colesterol y, excepto los aguacates y el coco, pocas grasas saturadas.

Los veganos que comen correctamente ingieren menos del 10% de las calorías en forma de grasa, poseen una ingestión nula de colesterol, tienen niveles de colesterol en sangre por debajo de 150, y prácticamente no sufren enfermedades cardíacas. La historia respecto al cáncer es similar, con los radicales libres que lo causan procediendo de los productos animales y la contaminación, y encontrándose las vitaminas antioxidantes que lo destruyen sólo en los vegetales.

¿Cómo hacerse vegano?
El hombre come un montón de productos animales. Tiene un 40% de posibilidades de morir tempranamente por enfermedades cardíacas, y la misma posibilidad de cáncer, sin mencionar muchas otras enfermedades como la osteoporosis y la diabetes que son raras entre los veganos.

Al hacerse vegano este hombre dice adiós a la leche, quesos, huevos, yogur y helados, y dice hola a la leche de soja, o leche de arroz, o leche de avena, o leche de almendra o de anacardo, y dice hola también al tofu, al yogur de soja, al helado de soja, a las legumbres, frutos secos, cereales, seitán y proteína vegetal texturizada.
  

Después de hacerse vegano
Seis meses después el mismo hombre tiene un aspecto mucho mejor. Está comiendo legumbres, pasta, arroz, tofu, leche de soja y gran cantidad de frutas y verduras. Su inteligencia ha aumentado. Afortunadamente su compañía de seguros no le está cobrando un suplemento extra porque no saben todavía que un vegano probablemente vivirá más tiempo en su jubilación que alguien que coma carne o incluso que un lacto-vegetariano.

Cuando empiezas a cocinar al estilo vegano, te preparas un plato con un 50% de cereales integrales por los hidratos de carbono, la proteína y las vitaminas B; un 25% de hortalizas verdes por las vitaminas y la fibra; un 25% de verduras anaranjadas y amarillas por el beta-caroteno; y unas cuantas legumbres por la proteína, la fibra, el hierro y las vitaminas B. Te darás cuenta de que una dieta vegana contiene todos los nutrientes que necesitas incluyendo mucho calcio y los ácidos grasos linoleico y linolénico, pero sin el colesterol, la grasa saturada, los microbios, pesticidas, hormonas y antibióticos que encontrarás en todos los productos animales, especialmente el queso y los huevos.

Permíteme enfatizar un punto crucial para reflexionar:
Todos los beneficios de una dieta vegetariana proceden exclusivamente de su componente vegana. El queso posee más grasa que la carne y procede del mismo lugar. Los huevos poseen más colesterol que el pollo y proceden del mismo lugar. Ninguno de ellos contiene fibra, carbohidratos o cualquier cosa que no se pueda encontrar en los alimentos vegetales de forma más saludable.

Mitos
Existe el mito de que necesitamos los productos lácteos por el calcio y las proteínas. Sin embargo no se conoce ni un sólo caso en la literatura médica de deficiencia de calcio dietético con una dieta suficiente en calorías. Los países con el mayor consumo de productos lácteos (Norteamérica, Holanda, Gran Bretaña, Escandinavia) poseen las mayores tasas de osteoporosis, incluso a pesar de que consumen hasta 1000 mg de calcio al día, el doble de la cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud. Sólo los esquimales poseen un consumo superior de calcio, y de hecho presentan la mayor tasa de osteoporosis. La osteoporosis no es una enfermedad de deficiencia en calcio, es una enfermedad de pérdida de calcio provocada en las personas mayores principalmente por comer demasiada proteína animal que es eliminada empleando calcio de los huesos. En China y África comen mucha menos proteína animal y casi no conocen la osteoporosis. Los tutsi ingieren sólo 350 mg de calcio al día y sin embargo poseen dientes y huesos fuertes.

En cuanto a la proteína, es prácticamente imposible incurrir en deficiencias con una dieta suficiente en calorías a menos que tomes mucho azúcar y alcohol. Cuando los niños en África recuperan la salud tras darles leche, no es debido a la leche, sino debido a que están recibiendo alimento. Sabemos que cuando los africanos y los chinos cambian de su dieta principalmente vegana a la dieta animal occidental, presentan las mismas enfermedades que nosotros, debido al exceso de grasa y al exceso de proteína animal.

La industria láctea intentó desacreditar el veganismo mediante la proteína y el calcio. La industria cárnica lo intentó con el hierro, pero de hecho la deficiencia en hierro no es más común en los veganos que en la población general. Los cereales, las legumbres y las hortalizas de hojas verdes poseen mucho, y la vitamina C extra de nuestra dieta ayuda a absorberlo. A los vegetarianos les gustaría saber que la leche de vaca no contiene prácticamente nada de hierro, razón por la cual la ternera es blanca, mientras que las legumbres contienen en abundancia.

La deficiencia de vitamina B-12 es otro mito. Sólo existen casos anecdóticos en veganos en la bibliografía, e igualmente no es más común entre veganos que en la población general. Ningún animal que podamos comer produce B-12, la obtienen de las bacterias del suelo que recogen con la hierba, del mismo modo que los humanos primitivos la obtenían de la superficie de verduras biológicas o el agua de río, o quizás la producían en sus organismos. Hoy en día si vivimos en un entorno estéril podemos obtener la B-12 de alimentos fermentados como el miso o el tempeh, o productos como la levadura.


Conclusión.