Para
muchos atletas mantener bajo el peso y
el porcentaje de grasa corporal adecuado a su disciplina deportiva es crítico,
ya que para un luchador la regulación del peso corporal es esencial para lograr
con ello, el éxito en su deporte. Ellos deben
obtener un determinado peso que les permita competir.
Para
la obtención de un bajo peso, y poder ajustarse a su categoría competitiva, muchos atletas realizan dietas estrictas o
utilizan otros métodos de pérdida de peso que no son saludables. Como
resultado, pueden comprometer su estado nutricional, principalmente lo que
respecta a su masa muscular, que revela su estado nutricional.
Diversos
estudios han evidenciado que muchos
luchadores consumen menos calorías, carbohidratos y proteínas de lo recomendado.
Adicionalmente, también se evidencian deficiencias de algunos micro-nutrientes,
entre los que se encuentran el hierro y el calcio. Igualmente, la ingesta de
líquidos está por debajo del nivel óptimo.
Es
muy común observar fluctuaciones de peso
en deportes como el boxeo, pues pierden peso para competir y lo recuperan
semanas después de la competencia. Esto se debe a que se exigen conductas
inapropiadas para mantenerse por debajo de un peso saludable antes de las competencias.
Al
igual que otros atletas, el luchador
necesita una completa, variada y equilibrada dieta que le aporte la energía
necesaria para sus entrenamientos y le ayude a recuperarse de estos.
Cuando la alimentación no
responde a los requerimientos dietéticos diarios de un luchador, pueden
presentarse síntomas de fatiga durante la actividad o el ejercicio, más aún
durante la competencia cuando el atleta expone su máximo esfuerzo para alcanzar
la meta. Dicha fatiga resulta por la deficiencia o agotamiento de los
diferentes combustibles para la producción de energía que posibilita la
contracción muscular y la cual varía de acuerdo a la intensidad y duración del
ejercicio.
Al aumentar la intensidad
del ejercicio, aumenta inevitablemente la demanda de producción de energía por
unidad de tiempo y esto precisamente es lo que determina el tipo de combustible que se
va a utilizar.
La alimentación de los
atletas debe responder a los requerimientos nutricionales individuales
calóricos y de macro-nutrientes, igualmente a los elementos reguladores en función
de la edad, el sexo y la disciplina deportiva que realice.
Con una adecuada
alimentación e hidratación, los luchadores antes de sus competiciones podrán
aumentar su rendimiento, capacidad de reacción,
resistencia, reflejos, fortaleza física, concentración y coordinación de
movimientos, sin dejar de obtener el peso adecuado para su categoría.
Cuando
no se dispone de herramientas sobre la evaluación nutricional en cualquier
disciplina de lucha, se dificulta el desarrollo de intervenciones nutricionales
y estrategias efectivas en la educación nutricional.
Esto
lleva a malas prácticas y hábitos alimentarios por parte de los luchadores. Por
ello es de vital importancia que el
luchador que va a competir este bajo un plan nutricional continuo durante todo el
ciclo deportivo.